CENNI
Antecedentes
Diversos sistemas educativos del mundo han introducido el aprendizaje obligatorio de lenguas extranjeras. Por ejemplo, en Noruega, además de las variaciones de la lengua nacional, se enseña el idioma inglés a lo largo de los 10 años de la educación obligatoria de dicho país (desde los 6 años de edad), e incluso, en los grados 8, 9 y 10, se ofrecen adicionalmente el alemán o el francés (The Curriculum for the 10- Year Compulsory School in Norway, The Royal Ministry of Education, Research and Church Affairs, 1999).
A la vez, cada día son más las escuelas que incluyen el aprendizaje de una tercera lengua extranjera o que van más allá de la enseñanza de idiomas, incluyendo planes y programas bilingües en los que materias específicas como la historia universal y en general, las ciencias, se imparten en un idioma extranjero.
En particular, además de los métodos tradicionales de enseñanza de idiomas, cada vez tienen más vigencia los programas de inmersión en lengua extranjera, en los que se somete a los estudiantes a condiciones reales para el uso de un segundo idioma. En particular, en el Condado de Fairfax en los Estados Unidos de América, se ha desarrollado con gran éxito un programa de inmersión parcial (“Partial immersion”) –FCPS- , en el cual, los estudiantes de educación básica (primaria y secundaria), pasan la mitad del día atendiendo clases del plan y programa de estudios regular pero en una lengua extranjera, mientras que la otra mitad del día se dedican a atender las otras materias en inglés.
Así, en los programas de inmersión, la lengua extranjera no se enseña de manera específica como materia, sino que se convierte en el idioma de instrucción de parte del plan y programa. Este proyecto se basa en el éxito que tuvieron los programas de inmersión desarrollados en el Canadá y en los Estados Unidos durante los 70´s y 80´s. Los estudios relacionados a dichos programas, indican que aprender un idioma adicional a una temprana edad, tiene un impacto positivo en el crecimiento intelectual de los niños y les deja con mayor flexibilidad para pensar, mayor sensibilidad al lenguaje y habilidades mejoradas para escuchar. El modelo de Fairfax permite actualmente que los estudiantes aprendan matemáticas, ciencias y salud, a través de un idioma extranjero como el francés, el alemán, el japonés o el español. El proyecto ha sido tan exitoso que se está extendiendo en una prueba piloto a escuelas de preescolar, particularmente con el español como lengua de inmersión parcial.
En general, cifras derivadas de una encuesta aplicada por “Eurobarómetro”, señalan que el 56% de los ciudadanos de los estados de la Unión Europea, afirma que puede mantener una conversación en alguna lengua extranjera, porcentajes que son mayores en Luxemburgo (92%), los países bajos (75%) y Eslovenia (71%). El 38% de los ciudadanos de la Unión Europea afirma tener suficientes competencias en inglés como para mantener una conversación. El 14% afirma conocer el francés o el alemán además de su lengua materna. El francés es el idioma extranjero más hablado en el Reino Unido (23%) e Irlanda (20%). El español y el ruso son también parte de los idiomas más conocidos en la Unión Europera con un 6% cada uno. Finalmente, es importante referir que al menos el 11% de los encuestados europeos afirmó dominar al menos tres idiomas aparte de su lengua materna. ( http://www.aprendemas.com ).
En cuanto a los idiomas extranjeros que los ciudadanos europeos consideran más importante aprender, la mayoría de los encuestados señala al inglés como el más relevante (69%), pero también destacan el francés (37%), el alemán (26%) y el español (15%), lo cual abre una importante oportunidad para promover el español como lengua extranjera. (http://europa.eu.int/comm/education/policies/lang/Languages/index_es.html / 30- MARZO-2006) En Europa, las preocupaciones por mejorar la calidad con la que se enseñan los idiomas, llevó al establecimiento del “Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas” (“Common European Framework of Reference for Languages”) , resultado de una investigación de más de diez años hecha por lingüistas reconocidos de los Estados miembros del Consejo de Europa. Estos resultados han contribuido notablemente a la lingüística aplicada y a la didáctica de lenguas extranjeras en los países europeos.
Desde luego, las tendencias anteriores tendrán un gran impacto con los proyectos de movilidad estudiantil que se están impulsando en Europa y que aceleran el aprendizaje de lenguas extranjeras por parte de los estudiantes europeos.